Un simple paso

Hace ya mucho tiempo, en un curso, me pidieron que eligiese al azar una página de un libro con imágenes y frases. Fui pasando las hojas hasta que una imagen me llamó la atención (Resulta curioso que ahora mismo no tengo ni idea de como era la imagen...). La frase que aparecía escrita resultó ser perfecta para mí en aquel momento. Es del escritor chino François Cheng y dice así:  "Por lejos que vayáis, por alto que subáis, tenéis que empezar por un simple paso".

Seguro que esta o alguna frase similar se ha cruzado en tu camino en algún momento. Lo que no sé seguro es si has querido pararte a pensar en su significado, tan claro y a la vez tan difícil de interiorizar.

Supongo que a todos nos pasa a menudo. Al menos a mí sí. Cuando pienso en algo que me gustaría hacer, en algún objetivo nuevo, en un sueño... "se me hace un poco bola", me parece taaaan complicado, que empiezo a ponerme excusas: "Es que no tengo tiempo", "Es que no voy a ser capaz", "Es que es demasiado complicado", " Es que no es el momento", "Es que, es que, es que...".



Y hablo tanto de propósitos de esos de comienzo de año (o de comienzo de curso), los famosos "quiero hacer ejercicio un par de días a la semana",  "tengo que perder estos kilos de más",... Como de objetivos de más calado: "tengo que aprender a decir que no", "me gustaría terminar la carrera"... Como de esos sueños que nos acompañan desde hace tiempo y que nunca cumplimos: "me encantaría tener mi propia librería" o "me hubiese gustado estudiar psicología".

A los dos primeros tipos les solemos dedicar algo de tiempo. Hay quien consigue alcanzarlos sin aparentemente mucho esfuerzo, hay quien durante un tiempo parece que lo consigue pero que acaban dejándolo con el tiempo, y hay (quizás los que más) quienes no dedican el tiempo suficiente a darle forma y dejan que el objetivo se quede en el olvido, atrapado en un millón de excusas. Los famosos "Es que...".

Y a los del tercer grupo... Esos sueños a los que ni siquiera dedicamos tiempo para planificar, porque nos parece tan absurdo pensar que los podríamos alcanzar, que no no permitimos ni pensar cómo podría ser estar allí... Qué pena, verdad?

  "Por lejos que vayáis, por alto que subáis, tenéis que empezar por un simple paso".


La frase en cuestión a mí me ayuda mucho a plantearme cualquier propósito, objetivo, sueño... Elimina ese vértigo que sentimos cuando algo nos parece demasiado ambicioso. El pensar cuál debería ser ese primer paso, lo convierte en algo alcanzable, y eso anima bastante. Y visto así, uno empieza a pensar más en el camino, en el siguiente paso, y no en el gran objetivo. Y se disfruta más, porque cada paso es una gran victoria, y nos sitúa más cerca del reto, más de lo que estábamos antes de dar el paso.

Quizá no lleguemos a alcanzar ese objetivo, es posible, pero habremos dado pasos para llegar allí. Y cada paso que damos supone un aprendizaje, para seguir en la búsqueda de ese objetivo, o para nuevos retos que nos planteemos.

La clave, siempre está en decidir realmente cuáles son los retos a los que nos queremos enfrentar. Coger aliento, marcar un plan, elegir el primer paso y lanzarnos. 

Y después otro paso más, y así, paso a paso, se llega lejos. Puede ser que no lleguemos donde pretendíamos. O puede ser que lleguemos a otro lugar que nos guste más... No lo sabremos nunca si no nos lanzamos con ese primer paso.

Así que recuerda... todo empieza con un simple, con un pequeño paso. Lánzate, pierde el miedo, pierde el vértigo, y da el paso!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nadie dijo que fuera fácil

El año que se termina

La ignorancia es muy atrevida